menguan todos los días.
Fallezco de a poco cuando
en realidad debería
vivir de a mucho.
Devorar bocanadas de luz
y de paz; deshacerme
del hastío que se vuelve
la constante.
Mis ojos se van extinguiendo;
pero mis ideas, mi corazón
siguen siendo nítidos aún
más allá del último ocaso
que pueda admirar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario