miércoles, 20 de julio de 2011
XXI
La mejor respuesta, no es aquella
que se grita, que se expande como
ondas en el agua, no es la que usa
mejor timbre, entonación y matiz
en la voz que la profiere.
Tampoco es el poema rebosante
de aderezos, de amor, de deseo,
de ternura, aun cuando se hayan elegido
de manera prolija tus palabras.
La mejor respuesta es el silencio,
él que ningún juramento podrá
igualar u opacar, el rictus de una
boca cerrada, la ausencia de inspiración
de unos dedos que no son capaces
de encontrar las letras para conformar
vocablos, porque el corazón desfallece
y no es suficiente para contener el dolor
por haber perdido la capacidad de creer.
Sí tuvieras el valor de mirarme,
sabrías porque el silencio es y ha sido
mi mejor respuesta, en él se guarda
lo tangible y lo etéreo...
Mis ojos, no te podrán mentir.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario