Dicen que soñar no cuesta nada...
sólo despegar un poco los pies
de este suelo tan agrietado,
elevarse por las nubes,
cerrando los ojos,
permitiendo que la brisa te acaricie el rostro,
transportado a cualquier momento,
a cualquier lugar,
no importa,
al fin que por una vez
se pide con todo el ser
que se haga realidad
lo que tanto has anhelado.
Ha pasado tanto,
y no ha pasado nada,
estar suspendido en el tiempo,
con la palabra justa atorada en la garganta,
dejando para una mejor vida...
¡la oportunidad de tu vida!.
Por esta vez,
deseo ser totalmente ligero,
sin carga alguna,
sin presente ni pasado,
únicamente a la merced
de aquello tan añorado pero tan lejano,
porque sólo por esta vez lo puedo
palpar con las manos,
y la lágrima que corre por mi mejilla
no es más de agonía,
es de felicidad absoluta.
Por esta vez.
