Cuéntame una historia.
Que sea aquella donde todo es posible.
En la que soy capaz de
tocar con mis manos
las estrellas sin morir de frío.
Aquella en la que puedo
comer trozos de arco iris
y beber tragos de sol sin lastimarme.
Cuéntame, como fue que me encontraste,
dime como supiste que era yo
a quien buscabas.
Cuéntame palabra a palabra
la historia en la que soy
la mujer que amas.
Sé que se aliviará mi dolor,
secarás mis lágrimas, y
así dormiré en tus brazos.
Muchas veces es esto mismo lo que deseo pedir, es esto lo que me hace falta saber, que me digan desde cuando es que se me ama; si es que en realidad se me ama, que se me explique en que momento fue que yo fui la que ocupo aquel corazón...
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