Lo sabía.
Lo supe desde tiempo atrás.
Quise creer, lo pude hacer.
Contra toda lógica,
sabemos que se impone el corazón.
La verdad es una,
la quieras aceptar o no.
¿Cuánto por una sonrisa,
cuánto por una mirada?
Lo sé.
Lo he sabido, no sé si desde siempre.
Se puede engañar a todos,
salvo a uno mismo.
¿Puedo retroceder?
No, no lo creo.
¿Cuánto por el amor que siento,
cuánto por una palabra?
El desenlace lo conocí,
desde que inicié a soñar,
para ello sólo basto creer.
¿Cuantas veces se pelea el corazón con la razón? Muchas veces, infinidad de veces, siempre que deseamos atender la razón es el corazón quien nos lo impide...
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