Alguna vez, me contaron una historia.
Sólo cerré los ojos y creí en ella.
Todo era perfecto y tan dulce.
Mejor aun que los cuentos de hadas.
Luego abrí mis ojos, y vi la realidad.
Ella superaba por mucho la fantasía.
Ya que sólo quien cree, puede ser.
Sólo quien cree, puede amar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario