todos aquellos sueños aplazados;
por dilapidar mis ilusiones;
por permitir que se fundieran mis esperanzas;
por las hirientes palabras;
por perderme tantos amaneceres;
por las horas marchitas;
por quien y por lo que se quedo en el camino;
por mis anhelos maltrechos;
por las lunas pasadas;
por mi existencia efímera;
por el dolor;
por no saber recomponer mi camino;
por creer ciegamente en castillos de arena;
por dudar ferreámente de mi fortaleza;
por los momentos en los que no pude estar presente;
por engañar a mis sentimientos;
por el llanto desvirtuado;
por las palabras no dichas;
por sentir culpa;
por mirar y mirarme con desdén;
por escatimar mi amor;
por no sonreir;
por dudar de mí misma;
por no valorar la persona que soy;
por olvidar como soñar;
por negarme que el siempre existe;
por querer sembrar y cosechar en tierras áridas.
Así mismo, pido una oportunidad, sólo una
de remediar en lo posible mis errores,
omisiones conscientes e incoscientes...
la necesito, la merezco.
Ya no quiero ser una mentira.
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