tanto amor, por aquí
por allá, en distintos
puntos del planeta.
Hay palabras que
se dicen, que se
sueltan como colibríes
deseosos de néctar;
en ocasiones son
escuchadas y
correspondidas, otras
sólo se vuelven nada.
Alguna vez, se puede
creer que el milagro
existe para cada uno
de nosotros, pero la vida
te muestra, que lo anhelado
no siempre resulta posible.
Las metáforas son hermosas,
pero la realidad es una.
No se puede combatir contra
los gigantes imaginarios,
pero si puedes tomar
como aliados a
los molinos de viento,
que al mover sus colosales
aspas, esparcen lo bueno,
lo puro, lo sincero.
A pesar del infortunio,
a pesar de la contrariedad,
todo vuelve: cierra los
ojos, aspira profundo:
el amor entregado,
todo él ha de retornar.
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