No me arrepiento.
No es un acto de soberbia o de valor malentendido.
Es más bien algo que se relaciona con la honestidad,
con el sentido común, aunque parezca que carezco de ello.
Es tan sencillo, como el caer de una hoja durante el otoño,
la observas y te deleitas en su maravillo vals,
delicado, coordinado, perfecto, único e irrepetible.
Cada caída de cada hoja, es un milagro que no volverás
a presenciar, podrás ver otros, pero todos serán diferentes.
No me arrepiento.
No lo hago, porque sé a conciencia, que es lo mas bello
y dulce que he vivido.
Podrá haber muchas opiniones al respecto, y con seguridad
yo quedaría como toda una orate, pero cada minuto de ese
tiempo, lo viví con toda mi alma, porque creí, y creer es un
don que no cualquiera posee.
Sí bien es cierto, que los demonios de la duda y la incertidumbre
hicieron su aparición agazapados para convertirse en terribles
verdugos, aún sin que yo misma los buscara...
Eres hasta este momento,
lo más preciado, único y perfecto, que por alguien
he sentido.
Sin duda lo que más perfecto que tu has sentido si, pero no es lo más perfecto por quien lo has sentido, abrazo abrazo!!!
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