Powered By Blogger

sábado, 29 de junio de 2013

QUERIDA ELENA

Hace aproximadamente cinco años, por estas fechas, recibí una llamada tuya, en la que estabas sumamente desesperada, y me contabas de un terrible acontecimiento que tú dabas por hecho; llorabas desconsoladamente y yo intentaba animarte y calmarte, gracias a Dios, sólo se trato de una broma muy cruel. En ese entonces escribí en el Grupo Búho, una carta que se llamaba Querida Sofía o Carta a Sofía, y eso fue porque era el nombre con el que te conocí en aquella página, exclusiva para nenas...te acuerdas? Y mira que a mí me dan miedo los extraños, sin embargo me diste buena espina, y henos aquí.
Ahora mismo no veo motivos, por los cuales no deba de usar tu nombre real, que por cierto es muy bonito...aún incluyendo el MARIA... ELENA.
Ya son más de ocho años de conocernos, me gusta tener con precisión el tiempo, porque eso me da una idea más exacta de lo que ha pasado en este período, así que no sé por donde empezar mi agradecimiento hacia ti, por ser la amiga que has sido conmigo durante muchos, muchos días.
Sólo Dios conoce los caminos de las personas, y en que momento dejan de ser paralelos, y sus desviaciones se convierten en intersecciones, y de una u otra forma van de la mano, a veces aunque esten en lugares distintos, van juntitas. 
A veces no estamos donde queremos estar, ni con quien queremos estar, pero como los caminos son misteriosos, encontramos ángeles que nos facilitan nuestro tránsito por estos sitios, gracias a ti, que has sido paciente, generosa, tolerante, solidaria, por ser una hermanita para mí.
No sé si te has dado cuenta que siempre termino hablando de mí, supongo que se debe a que o soy muy egocentrista, o a través de mí, de mis percepciones es como mejor describo a los demás, espero que sea lo segundo. No han sido tiempos fáciles, y menos con el imán que parezco tener para los melodramas...en serio que yo no los busco conscientemente, pero se me dan con suma facilidad. Y ya sabes que no me refiero a ningún fallecimiento.
Quiero agradecerte sinceramente, por aceptarme en tu vida, por abrirme las puertas de tu casa y de tu corazón, por ser la amiga incondicional que soporta a la chiflada que usualmente soy, no soy fácil de sobrellevar, pero aún así no has perdido la fe en mí, aún cuando yo misma la he perdido muchas veces, y sigues creyendo que en algún sitio hay un final feliz para mí...con su continuidad feliz incluída obviamente. Soy muy tozuda, renegona, testaruda, y demás linduras que tú ya conoces, pero sigues conmigo, a pesar de que siempre creo tener la razón...y usualmente la tengo, porque mis dotes de psíquica no me fallan...jajaja.
Me has ayudado a transitar por los parajes más oscuros, donde tú sabes que habitan cosas y seres terribles, que aún ahora mismo después de años no lo entiendo, y quizá me vaya de esta vida sin entenderlo, has escuchado más de un millón de veces lo mismo...lo mismo (no estoy exagerando con lo del millón de veces), y no pierdes la paciencia conmigo y mis elucubraciones circulares. Creo que hasta llevas una estadística de mis recurrentes preguntas...te he dicho que...??? Ya sabes a donde voy con eso.
Quizá mis observaciones, (por llamarlas de alguna manera) para contigo, es porque deseo que tengas el valor que a mí me ha faltado, porque no quiero que un día des la vuelta y digas: demonios a donde se fue el tiempo y que es lo que he hecho!!! 
Pero de igual manera, respeto tu individualidad y tus decisiones, aunque ya sabemos que por mi naturaleza entrometida, seguiré en las mismas ad infinitum...y más allá.
Gracias por ser la amiga, la confidente, el paño de lágrimas (no creo que seas sólo paño...sino sábana de lágrimas); por ser la espía que siempre necesite, bueno ya sabes que hay cosas que no puedo hacer o leer por mi misma, como parte de mi tratamiento de recuperación.
Hoy, ha sido un día complicado, el peso de los recuerdos se viene encima, y más porque uno no puede ir por la vida con un cartel que diga lo que nos motiva a estar o ser de algún modo, pero tú sigues aquí conmigo, gastándote tu saldo en el celular jajaja, aunque luego te andes peleando con la compañía porque te cobran demás.
Esta carta, la estoy programando para el día de tu cumpleaños, que es el veintinueve de junio, eres una personita muy joven, con un montón de cosas por hacer, así que manos a la obra y continua labrando tus sendas; me siento muy orgullosa de tenerte como hermanita y saber que has logrado sobreponerte a tus propias expectativas. 
Te he escrito esta carta con veintiocho días de anticipación, porque es ahora cuando llegó a mí, la inspiración de hacerlo, y sí no escribo en el momento en que me llega la idea, se me va y pierde absolutamente su validez y sentido.
Ahora vamos con los cliches...
Feliz cumple, que Dios te llene de bendiciones y que llegue a tu vida lo que por derecho te pertenece.
Adriana.

viernes, 14 de junio de 2013

SÓLO UNA CARTA

Lo  que se olvido en aquella ocasión fueron una o dos ideas que estuvieron rondando por mi cabeza, por mi corazón y por mi vida. Digo, es un tanto distinto o excluyente según el caso.
He escrito por diversos motivos, bien aconsejada he sido que no escriba sobre mi persona. pero no necesariamente es así. Cuando alguien más lo lee, es quien le brinda una interpretación según las circunstancias particulares por las que se esta pasando en determinado momento, que bien puede equivaler a sólo una fracción de segundo y con ello se queda lo que significó, lo que se ha leído, bueno de ahí mismo se deriva lo que se transmitió.
Hace tiempo que no escribo sin mirar siquiera las teclas del ordenador, es un ¨don¨ que tengo, escribir sólo conectando mi corazón a mis manos, o quizá se trate de mi cabeza, porque según la descripción que he escuchado de mí, en boca de otras personas es que puedo llegar a ser terriblemente analítica y arrasadoramente ecuánime.
Curioso me parece, porque yo no me considero así, si bien es cierto que le doy miles de vueltas de ida y de regreso a las cosas que son importantes para mí, al final actúo con respecto a lo que me dicta el corazón. Así que lo que ves, es lo que hay, ni más ni menos. Sin engaños y sin equivocaciones.
He cuidado muchas cosas, por temor a no lastimar, a no hacer enojar, he alojado en mi seno con esmero: personas, detalles, circunstancias.
He callado a ciencia cierta lo que me ha venido minando desde hace años, con trabajo he superado otras tantas cosas, a veces sólo se ve una pequeña punta del iceberg, pero lo que se esconde debajo de la superficie puede ser terriblemente enorme y doloroso.
De hecho, según yo dije todo lo que sabía, lo que infería, lo que sufrí, pero ¿cómo hacer comprender lo que he sentido, sí mis palabras se han quedado cortas? O más bien me seguí tragando mi dolor, permití que lo que yo desee con todas mis fuerzas se convirtiera en mi peor pesadilla.
No tiene caso buscar cortar cabezas, que para eso yo misma me he autodecapitado montones de veces, porque he sido mala, cruel, despiadada conmigo, para que buscar verdugos fuera de mí, sí yo soy quien se ha encargado de automutilarme.
Callé el hecho de que se me destrozaron las ilusiones, los sueños, hablo de esos sueños lindos que solemos tener las personas bobas como yo, los que te dicen que a pesar de todo existe en algún sitio, aquel faro que te brinda luz aún a la distancia, callé lo doloroso que me era no ser nadie, no ser nada, aparentemente sólo una desilusión virtual o una virtual desilusión...no se me olvida; y lo hice por el franco y sincero deseo de creer, porque es complicado explicar como es la dicotomía de creer versus lo que te explota en la cara y te dice: hey despierta!!...como que no son así las cosas!!!
Eso fue y es lo de menos, porque mi fe, lo mucho o lo poco que fui, estuvo en ello. Y supongo que en algún punto todavía sigue y seguirá ahí.
Sólo Dios sabe porque suceden las cosas, ya dejé de cuestionarlo.

jueves, 6 de junio de 2013

OCASO

Nunca observé tarde más bella.
Siempre pensé que los inicios
eran primorosos, pero ahora
entiendo que los ocasos también
tienen sus encantos.
Sentada, a la orilla de este mar
sin inicio ni final, donde no valen
de nada los límites, concluyó
hoy, en este momento, doy por
terminado el compromiso que
adquirí, el yugo que acepté y
que con el que he vivido los
últimos tiempos.
Aquí y ahora me libero, dejó
de cargar con la culpa y el
dolor que no me pertenecen,
acepto que me ha lastimado
terriblemente, quizá como nadie
podría tener un pequeña idea.
Pero no he muerto.
Aún en este ocaso, existe belleza.
Belleza infinita.

...La belleza esta en el corazón de quien mira...

domingo, 2 de junio de 2013

...

Estoy cansada...
El cansancio no sólo proviene de levantarse muy temprano, o de pasar muchas horas o mucho tiempo en un mismo sitio, sin ver resultados; o de que las labores que realices por más buenas que sean resulten infructuosas por lo menos en apariencia.
Mi cansancio proviene, de que hay cosas que no cambian, o no se superan, porque en ocasiones por más esfuerzos que se hacen aún en contra de uno mismo, para intentar hacer las cosas mejor o participar de un modo óptimo en equis actividad, no quedas bien. 
Porque es fácil juzgar con prontitud sin darte cuenta que sólo has visto una pequeñísima fracción de una persona.
Hace tiempo que no me sentía como hoy, triste, algo fracasada...bueno siempre hay oportunidad de sentirse así, pero ahora es por otros motivos. 
Agradezco a quienes conociéndome no son duros en juzgarme, y más bien son comprensivos y pacientes; también a quienes tienen una idea superficial de mí por mis acciones o servicios, y saben que he intentado mostrar algunas de las mejores partes que tengo.
Admito que estoy demasiado triste, seguro que en un ratito se me pasa, pero por ahora me siento así.
Siempre hay cosas buenas por las que uno debe sonreír y creer en otras personas, aún cuando los hechos demuestren lo contrario.
No soy una persona fácil de sobrellevar, y parece que las circunstancias se ponen de acuerdo para recordarmelo, pero no estoy dispuesta nunca más a quedarme con lo que no soy yo.

Esto, inicialmente lo había publicado en el Facebook, pero creo que no es un lugar apropiado. Prefiero que este aquí, en el lugar donde me siento segura. 
Y aunque me hayas aconsejado que no escriba sobre mí, no puedo hacerte caso, es imposible. Tengo un espíritu contestatario que espero que nada ni nadie, nunca pueda contener.