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jueves, 30 de junio de 2011

DÉJAME QUE TE CUENTE

Déjame que te cuente... déjame que te diga la gloria, del ensueño que evoca la memoria...
Así inicia la canción de Chabuca Granda...y también parte de mi confesión. 
Se me ha hecho costumbre confesar...hablar...escribir, soy mejor escribiendo que hablando. 
Todos los días, desde hace tiempo, aún antes de entrometerme en esta historia en la que no hay un sitio ni como espectadora para mí, esperaba...Esperaba que se hiciera realidad mi anhelado sueño, siempre he sido discreta incluso para soñar, no sé como le hago para contener mis ensueños mientras duermo, desearía traer a mi vida lo dulce que ha habido en ellos, cuando tú eras amo y señor de mi mundo.
Déjame que te cuente, las noches en las que no he dormido...aunque te platique sobre ellas, son incontables, pero no tanto como las lágrimas que he derramado, que han corrido por mi rostro, y se pierden en mi pecho. 
Déjame que te cuente, uno a uno los días en los que he sentido que mi corazón ya no me pertenece, que sólo tengo un espacio hueco, donde antes habitaba ese órgano vital, que tal lejos se ha ido de mí.
Déjame que te cuente, las innumerables veces en las que he tenido que desviar la mirada, porque se me cuajan los ojos de humo y nostalgia, que puedo parecer algo rara, triste, y hasta desubicada.
Déjame que te cuente, que a pesar de mis esfuerzos, todo ha sido nulo, que ni siquiera el peso de la muerte y la culpa han sido suficientes para separar mi mente y mi alma de ti; que el frío de una lápida no se compara a lo gélido de tus sentimientos hacía mí. 
¿Alguna vez imaginaste siquiera, que mi intromisión en tu historia, me costaría quedarme sin ti, permanecer y subsistir sin ti?
Déjame que te cuente que nadie muere de amor, pero la desolación es la constante...¿Cómo volver mis pasos hacia atrás, cómo darle vida a mi sueño?
Déjame que te cuente lo difícil y triste que es y ha sido esto...
Déjame que te cuente que no existe consuelo...
Déjame que te cuente limeño...

XVII




Hoy, después de tantos meses,
días, horas sin finalidad,
con los ojos anegados en llanto,
sin una certeza en el porvenir.

Hoy, cuando todo para mí
parece perdido,
un laberinto en el que me
encuentro más desorientada
y sola que nunca.

Los segundos pesan
como insoportables fardos
de culpas propias y ajenas.

Hoy, que espero palabras que
me den consuelo,
sólo encuentro mi pobre anhelo
desganado, y muerto ya de miedo,
soslayando lo que intenta sentir.

Hoy, a pesar del dolor, a pesar
del alma rota, hoy a pesar de todo,
de todos, reconozco:

Amar es desear que la felicidad
llene todos los confines de tu vida,
que seas plenamente dichoso.

Eso a pesar del dolor…
es un triunfo para mí.

martes, 28 de junio de 2011

SILENCIO

¿Me escuchas?
Soy la voz que viene a ti, noche a noche a llamarte; 
no puedo autonombrarme conciencia, no. 
Ni yo sé si lo soy. 
Y en todo caso sería muy falto 

de humildad sentirme o asumir que soy eso.
Ahora, entre el murmullo de la oscuridad, siente, respira, 
vibra con lo que llega a ti; es una oportunidad entre miles.
Ponte de pie, camina despacio hacia tu balcón mira hasta 
donde te alcance la vista, deja que la suave brisa mueva tu 
cabello y te llene de su pureza.
Cierra los ojos, trasládate a la orilla de ese mar profundo, 
espejo en el que se refleja la dulce luna, siéntate en la arena 
donde las olas mojen mucho más que tus pies. 
Pide tus deseos, el mar los traerá a ti.
Ahora vuelve en el silencio. 
¡Sé que me escuchas! 

lunes, 27 de junio de 2011

ORACIÓN

Pido perdón a:
todos aquellos sueños aplazados;
por dilapidar mis ilusiones; 
por permitir que se fundieran mis esperanzas;
por las hirientes palabras; 
por perderme tantos amaneceres;
por las horas marchitas;
por quien y por lo que se quedo en el camino;
por mis anhelos maltrechos;
por las lunas pasadas;
por mi existencia efímera;
por el dolor;
por no saber recomponer mi camino;
por creer ciegamente en castillos de arena;
por dudar ferreámente de mi fortaleza;
por los momentos en los que no pude estar presente;
por engañar a mis sentimientos;
por el llanto desvirtuado;
por las palabras no dichas;
por sentir culpa;
por mirar y mirarme con desdén;
por escatimar mi amor;
por no sonreir;
por dudar de mí misma;
por no valorar la persona que soy;
por olvidar como soñar;
por negarme que el siempre existe;
por querer sembrar y cosechar en tierras áridas.
Así mismo, pido una oportunidad, sólo una
de remediar en lo posible mis errores, 

omisiones conscientes e incoscientes... 
la necesito, la merezco.
Ya no quiero ser una mentira.

viernes, 24 de junio de 2011

DESTEÑIDA

Hoy me siento un tanto desteñida. Creo que a cada uno de nosotros nos identifica un color en particular, puede ser que dependa de la situación, de la emoción, del lugar, pero hoy estoy desteñida. 
He sido muchos colores, incluso he tenido la ausencia misma del color, es decir he sido negro, así como alguna vez he sido también blanco. Pero precisamente hoy soy algo que es opaco, no puedo definirlo. 
Las letras se convierten en mi último escape ante un vórtice que me sume en él, y me consume a la vez. Recuerdo que cuando yo era muy joven, tenía entre 3 o 4 años, veía en la pequeña televisión que teníamos en casa noticias, las daba un señor con un apellido extranjero, el cual tiempo después supé que era de ascendencia judía. 
Las noticias que veía eran sobre Muhamar al Gadafi en Líbano, Noriega en Panáma, los niños desnutridos de Biafra, y recuerdo algo que nombraban Sendero Luminoso en el Perú (lo tengo tan presente), luego un señor que nombraban el Ayatola y sus líos con el Sha, cuando este vivía desterrado, eso era lo que yo conocía aunque no lo entendiera; todo esto era a blanco y negro, o tonos neutros, porque la televisión así lo brindaba. 
No entendía mucho de las novedades en la televisión, pero las tengo tan grabadas como si las hubiera visto ayer, aunque en imágenes decoloradas, en ese momento yo era quien les daba color, vivacidad, aun a cosas que no eran agradables, y allí estaba una ¨mexicanita¨de unos cuantos años, mirando a través de una ventana sin color a un mundo tan grande y vasto.
Cuando era un poco más grande, es decir tenía quizá unos cinco años adoraba ver películas también desteñidas, pero llenas de malos efectos especiales, mis preferidas eran las de vampiros en la versión latina o mexicana y eran protagonizadas por Germán Robles, bueno la verdad es que esas ¨pelis¨ fueron hechas algo más de veinte años antes de que yo naciera, y aun así me aterraba ver al medio día de los viernes, los hilos que movían los murciélagos de plástico del más corriente, los ojos rabiosos del vampiro en búsqueda del lozano cuello de la damicela en peligro. El caso es que creo que son sólo dos largometrajes, y para mí eran toda una hazaña verlas una y otra vez, como si fuese un descubrimiento en cada ocasión. Y todo eso, insisto, en colores sin color.
Lo curioso de todo esto, es que no entiendo como es posible tener todo ese montón de cosas, si no los viví, los ví a través de una vidriera que era opaca. Y yo le daba tonalidad. 
Hoy deseo volver a tener color.

jueves, 23 de junio de 2011

SAN JUAN

Cierra los ojos, abre tu alma
a la noche corta, a la infinita deidad
del fuego que se manifiesta en la 
cálida noche de San Juan.


La vista es incapaz de percibir 
la pasión que se abre camino
a través de los umbrales del tiempo:
fuego y agua son una misma esencia. 


La puerta mágica no tiene cerrojo,
permite que te sorprendan 
los misterios que se guardan, 
sólo para los que creen con
el alma y con el corazón.
...Pide y se te dará...


miércoles, 22 de junio de 2011

XVI

Abro los ojos. ¿Respiro?
Sí...eso parece.
Aunque las apariencias engañan.
El corazón esta es su sitio.
Anatómicamente sí,
emocionalmente no.
Se ha quedado atrapado
dentro del baúl de aquella abuela
que prometió que los cuentos
de hadas sí existían.


¿Cómo olvido, sí se me ha quedado
atrapado en un recuerdo?
La reminiscencia de lo que nunca fue;
hablo y hablo hasta el hastío, converso
conmigo misma, para no fastidiar
a nadie más, un soliloquio que se
convierte en un diálogo en el que
soy actor y espectador.


Me reprendo, me consuelo, me burlo
de mí misma, de mi tozudez, de mis
mejores intentos, de mi negación,
soy dura, soy consejera; una y otra vez
pregunto, clamando a mi interlocutor:
¿cómo olvidar, sin morir en el intento?
Me observa largo y profundo: 
silencio absoluto.

jueves, 16 de junio de 2011

XV

No digo que no te quiero.
Sólo expreso que tu sombra
se difumina, se confunde 
con el contorno de los árboles, 
con el sopor del verano...aunque
ya han pasado varios veranos.


Engaño al sentimiento, trastabillo
pero me levanto, huyo de la 
constante: pretendo que me escabullo.


No digo que no te quiero;
no lo niego, pero lo despisto
con la sonrisa diaria, 
con no mencionarte siquiera.
No digo que no te quiero.







sábado, 11 de junio de 2011

EL AVE


El ala rota, fue el inicio de la historia, aunque a quien se quiere engañar cuando se trata de una majestuosa ave, acostumbrada a las alturas, a los retos, a que nada le detenga ni el clima más inclemente, nada.Un accidente causado, para que las manos amables, fueran capaces de recoger bajo su amparo al herido.
Manos que proporcionaron calor, curación, alivio. Sin embargo, si el ave quiso ser atrapada en su regazo, fue sencillamente porque así lo decidió, no había motivos para esperar la compasión ajena; pero así lo buscó. Le vio desde las cumbres y le eligió para ser quien le sanara.
Para alguien acostumbrado a volar hasta el cenit, esto no podía durar demasiado, en cuanto su ala se recupero, aun con todo lo bien que se sentía en su nuevo hogar, las cúspides le llamaron de nuevo, y así voló lejos de quien consuelo y amor le proporcionó.
En las noches, que se posa a descansar en alguna altitud, recuerda las palabras, que las manos amorosas le hacían sentir: donde está tu tesoro, ahí está tu corazón, donde está tu corazón ahí está tu hogar.
Aun lejos, sabe a donde pertenece.

martes, 7 de junio de 2011

DESIGNIO

Mira en el fondo de mis ojos,
anda dime que es lo que ves.
Aunque son oscuros como 
la insoldable noche, sé que
percibes la claridad de tu
alma que se refleja en mí.


Es la luz de tu amor,
el reflejo de tu ser, el designio
que se manifiesta en este
encuentro, en este cruce
de caminos, donde hacemos
un alto para obsequiarnos
lo que el tiempo pospuso.
.