Powered By Blogger

sábado, 8 de octubre de 2011

XXXVll


No deseo pensarte. 
Empleo intrincados laberintos
para escaparme de tu no presencia.
Jamás pensé que doliera escribir.
Me duele escribir tu nombre, 
me lacera no poder nunca más
dedicarte unas cuantas letras.
Hay vivos que duelen más 
que los muertos que partieron.
Me duele decir tu nombre,
tanto así que te has vuelto
profano e impronunciable.
Prefiero creer que eres un pecado,
para evitarte, para salvar mi alma
o lo que queda de ella. 
Flagelo mi cuerpo cansado
 y triste por ti,
para castigarlo por amarte 
a pesar del dolor que me provoca:
pensarte, escribirte, y pronunciarte.


1 comentario:

  1. Creo que tienes razón, hay personas que duelen más vivas que muertas, pero la resignación es un buen paso para evitar la presencia de ellas.

    ResponderEliminar